Herencia de sobrinos vs herencia de hijos: ¿Hay diferencia?
Olga: “A ver bonita, me lo explicas despacio o no lo entiendo. En menos de 6 meses pasas de ser la solterona empedernida y pobre de pedir a rica heredera que piensa en irse a vivir con un hombretón segoviano. ¿Y dices que no ha cambiado nada en tu vida?”
💭 Joder, visto así…
Marga: “Pues mira, ni yo era solterona empedernida, ni pobre de pedir. Es verdad que no buscaba pareja, pero nunca me he negado a que surgiera lo que fuera y aunque no he dicho que fuera pobre de pedir, tampoco es que por el momento tenga dinero, sigo en paro y algún día me llegará algo de la herencia del tío Marciano.”
Olga: “Anda que no te he escuchado veces decir que no querías un novio ni en pintura. Que ligar era un rollo y que el estado ideal de una mujer era la soltería.”
💭 No, si ahora me toca tragarme mis palabras…
Marga: “Una dice muchas tonterías después de beberse cuatro cañas. Pero no espera que sus amigas se las tiren a la cara a la primera de cambio. Estando sobria y en mis cabales siempre decía que a lo que no estaba dispuesta era a ponerme a buscar pareja. Al menos de manera presencial, que el Tinder no cuenta.”
Olga: “Oye, que no lo veas como una crítica. Me alegro mucho por ti, Paco es un tío cojonudo. Te merecías ya un tío que te quisiera. Y lo de la herencia además de envidia me alegra mucho también. Has estudiado y currado mucho en esta vida como para estar pasando estrecheces. ¡Tuviste muy mala suerte con el cierre de la empresa! Que ahora heredes un dinerillo es un acto de justicia poética, me parece a mí.”
Marga: “Bueno, más me vale lograr un curro rápido. Lo de la herencia, veremos cuando llega y cuanto llega.”
La herencia del padre de Olga
Olga: “¿Pero todavía no lo habéis resuelto? Yo lo de mi padre ya lo resolví todo. Total, tampoco es para tanto. Claro que el pobre no dejaba nada y todo se lo hemos dejado a mi madre.”
Marga: «Pero si tu padre falleció hace nada y, solo la declaración de herederos se lleva un mes y pico; entre que no te dan el certificado de defunción hasta pasados 15 días, firmas y que lo publican no sé dónde durante un mes…»
Olga: “Ya, pero es que mi padre dejó testamento. Uno de esos en que deja todo a mi madre en usufructo. No hemos tenido que hacer eso de la declaración de herederos. Mi hermano y yo solo recibimos la nuda propiedad, que es como no recibir nada hasta que fallezca mi madre.”
Marga: “Bueno, pero organizar lo de la escritura de herencia os habrá llevado un tiempo, que además tu hermano habrá tenido que venir de Londres.”
Olga: “Pues no hemos tenido que hacer escritura. Como te digo se lo hemos dejado todo a mi madre. Solo hemos tenido que liquidar los impuestos.”
Marga: “Y esa es otra, ¡pagar los impuestos! Si tu padre no dejó efectivo, os habrá costado sacar el dinero de algún sitio.»
Olga: “Pues tampoco ha sido para tanto. El impuesto de sucesiones ha salido casi exento, y el de plusvalía ha sido poca cosa, como la casa de Madrid es alquilada, solo era la casa de Prádena y allí se paga poco.”
Marga: “Entonces, tú ahora no recibes nada ¿no?”
Olga: “Pues no, todo queda para mi madre. Pero salvo el gestor, casi no hemos tenido gastos. El reparto de lo poco que hay, se hará cuando fallezca mi madre.”
Marga: “Hija, pues qué suerte. Nosotros llevamos un lío que no veas. Y sí, algún día recibiré un dinero, pero no veas que trabajo llevamos hecho. Parece que heredar de padres a hijos es mucho más fácil y más barato que heredar de un tío de América.”