El cálculo de la herencia, ¿cuánto dinero le toca a cada primo?

📞 Llamada de Patricia a Marga

Patricia: A ver Marga, bonita, que o estoy yo muy dormida o no entiendo nada de tu mensaje. ¿Me dices que estás encerrada en tu cuarto de baño? ¿Que está Paco en tu casa? Pero, ¿te ha hecho algo? ¿Tienes miedo? ¿Llamo a la policía?

Marga: No, no, tía. No es eso. Joder, a ver cómo te lo explico… Al revés, todo va cojonudo… bueno no, es horrible…

Patricia: A ver maja, aclárate. ¿Es cojonudo o es horrible?

Marga: Quiero decir que no ha pasado nada malo. Pero me da un corte horrible.

Patricia: Ya. Vamos, que habéis echado un polvo por fin, pero lo que te raya es amanecer junto a tu primo segundo o tercero… que además te gusta de verdad…

Marga: ¡Joder! ¿tan transparente soy?

Patricia: Cristalina. Anda bonita, sal de ese cuarto de baño y atiende a tu amado como lo más normal, sabiendo lo que sé de él, estará tan cortado como tú. Y, lo que es peor, conociéndoos, el pobre tendrá una resaca horrible. Seguro que para terminar enrollados os tuvisteis que beber hasta el agua de los floreros…

El despertar: churros, resaca y… ¿lío de primos?

Toc, toc (Paco golpea la puerta del cuarto de baño)

Paco: «Marga, ¿estas bien? He preparado algo de desayuno, espero que no te moleste. Como tardabas, he bajado a la churrería y he traído churros y chocolate. ¿Te parece bien?»

¡Churros, que delicia! ¿Cómo sabrá este tío que me pirran los churros? ¡Lo mejor para una resaca!

Marga: «Perfecto Paco. Salgo enseguida.»

📞 Marga: Patricia, te llamo luego.

📞 Patricia: No dejes de hacerlo, que me muero de curiosidad.

Paco:  «¿Ya has salido? Como no sabía dónde sueles desayunar se me ha ocurrido que el balcón es un buen sitio, y he puesto la mesa allí.»

Marga: «Perfecto, perfecto. Muchos fines de semana desayuno allí. ¡Que hambre tengo! ¿Empezamos?»

Paco: «Sí, claro, yo también tengo hambre, y un cierto dolor de cabeza. Por cierto, sobre lo de anoche…»

¡Glups! No fastidies Paco… Con lo bien que vamos, no me montes una escenita sobre la trascendencia o intrascendencia de habernos enrollado. ¡No me apetece nada ahora!

Paco: «… La verdad es que no tengo nada claro todavía ni cuanto vamos a pagar de impuestos, ni cuanto dinero nos puede quedar a nosotros de la herencia y, lo mas importante, cómo vamos a pagar todos esos gastos, ¿tú has logrado enterarte de algo?»

Anda que… ¡Seré peliculera!

Marga: «Pues mira, sí me he enterado. Se lo pregunté abiertamente a Maca. Yo tenía las mismas dudas.»

Paco: «Pues, por favor, ponme al día.»

Marga: «Sí, pero tengo que mirar la Tablet, me hice un Excel  porque el asunto es un lío.»

«Mira, a valor de mercado, la herencia asciende a 1.802.600 € aproximadamente. Haciendo unos cálculos mas o menos realistas del precio al que se pueden vender los bienes.»

«Entre impuestos, gastos, notarios, registros y demás cosas que tenemos que pagar, se nos pueden ir unos 740.000 €, aunque será algo más. Así que calcula que nos repartimos entre los siete un millón de Euros. Con lo que cada uno tocaríamos a algo menos de 150.000 € después de pagar los impuestos. Siempre, claro, que logremos vender todo al precio que calculamos. Y si logramos venderlo por encima de ese precio, tendremos que pagar en renta por la diferencia.»

¡Mira que carita se le ha puesto! Está flipando.

Paco: «No está nada mal. Ese dinero me va a venir muy bien, joba con el tío Marciano. ¡Menudo favor me hace!»

«Pero, espera. ¡740.000€ en gastos! ¿y eso se supone que lo tenemos que pagar antes de poder vender? Yo no sé tú, pero yo no tengo los 100.000€ que me toca poner. ¿De dónde se supone que uno saca el dinero para pagar eso?»

Marga: «Ya, pues ese es el lío Paco. Al principio Maca me había dicho que una solución era no liquidar el impuesto de sucesiones, pagar solo los de plusvalía (que ya son una pasta) y pedir a la Administración que nos liquiden ellos el impuesto. Parece ser que tardan un tiempo en hacerlo y mientras, nosotros, tratar de vender antes de que nos hagan pagar. Pero claro, al estar Carlitos incapacitado, hay que pedir permiso al juez para poder vender los bienes. Lo mismo no nos da tiempo…»

Paco: «Intuyo que me vas a dar otra solución Marga, o me da un infarto…»

Marga: «Bueno tranquilo. La solución me la diste tu hace tiempo. ¿Recuerdas que me dijiste que las aseguradoras nos podían adelantar el dinero? A mi se me había olvidado esa historia, pero Maca ya ha hablado con ellas y no solo nos lo adelantan, si no que además parece que habrá suficiente entre ese dinero y lo que hay en los bancos para pagar todos los impuestos. Lo malo es que nos vamos a quedar sin efectivo y si tardamos en vender habrá que poner dinero para ir pagando los gastos.»

Paco: «¡Coño, una buena noticia! Me tenías asustado con todo esto. Menos mal que empiezo a ver que de todo este lío vamos a sacar algo bueno. Y, por cierto, menos mal que hemos contratado a alguien para que se ocupe. ¿Te acuerdas cuando pretendíamos hacerlo solos tú y yo?  Nos hubiéramos vuelto locos con esta herencia.»

El cálculo de la herencia, ¿cuánto dinero le toca a cada primo?2020-07-01T07:09:16+00:00

Spin off 2: Una resaca y un reparto de herencia en vida

Ring, ring.

¿Quién es?

Hola hija. ¿Estás ya de camino? Mira a ver si te da tiempo a comprar pan y ya de paso compra algún postre, que ya sabes que los domingos me gusta poner algo especial para tus sobrinos y hoy no me apetecía bajar… con esta ciática…

Buenos días, mamá. ¿Qué hora es?

Pues las 2. ¿No estarás dormida? Creí que vendrías a ayudarme con la comida.

¡Joder, las 2! A ver cómo salgo de esta.

No mamá, no estaba dormida. Es que estoy liada estudiando un posible proyecto para hacer como freelance y se me ha ido el santo al cielo. Salgo enseguida y no te preocupes, que ya sabes que mis hermanos siempre llegan muy tarde a comer.

La cagué. ¿Cómo me dejo yo liar así?

¡Puff que resaca tengo! Si es que ya no tengo edad…

Que hacía más de diez años que no escuchaba los pajaritos al volver a casa… ¿quién me manda a mi tomar chupitos?

Eso sí, nos lo pasamos bien. No recuerdo haberme reído tanto en mucho tiempo, al menos vestida…

Pero ahora verás, preparar comida, soportar la cara de mi madre. ¡Mis sobrinos gritando! No sé si puedo… ¡Oh no! Ahora me acuerdo. Para colmo, hay reunión en la cumbre y me toca a mí explicar lo de la herencia del tío Marciano y convencer a mi madre de que lo de repartir su herencia en vida no vale de mucho… a ver cómo sobrevivo a este día.

Empecemos por una ducha.

Una reunión familiar y un boletín de noticias

A la hora de la merienda…

Bueno hija ¿ya te has despejado de tu siestecita?

Sí mamá, estoy mucho mejor. Me ha sentado muy bien. Que he pasado mala noche.

Bueno. Me alegro, que eso de no dormir para hacer trabajos que no sabes si te van a pagar, debe sentar mal. Y ahora cuéntanos.

La pobre, como me cuida. ¿Será que es crédula o que las madres saben muy bien cómo hacerse las tontas? Bueno, al lío.

Lo de la herencia del tío creo que os ha quedado claro en la comida. Ya supongo que “claro” no es la palabra, pues todo está muy liado, pero vamos, que ya os he dado toda la información que tenemos.

Pasamos a lo de mamá y eso de repartir la herencia.

Según me dicen, no es tan fácil como parece ni tan buena idea.

Hija, pues no lo entiendo. Varias de mis amigas me dicen que lo han hecho. Y todo el mundo opina que ahora es buen momento, que con estos del PP se paga muy poco en impuestos, pero que, si llega “el coletas”, nos lo quitan todo. Y yo quiero dejar todo arreglado ahora, que no tengáis el lío que tenéis con la herencia del tío.

Mamá, son casos y cosas diferentes.

El reparto de la herencia en vida

Para repartir la herencia en vida, según me explican, habría que hacer una donación de tus bienes. O sea, de la mitad del piso (pues la otra mitad la recibimos ya por la herencia de papa) de tu dinero y de la parte de la casa del pueblo que es tuya. Esa donación tributa al 1%. A eso hay que sumar los gastos de notario y registro de la propiedad. Pero, además, es como si tu vendieras la casa, y tendrías que tributar en la renta por la supuesta ganancia que has tenido.

Pero si yo no gano nada. ¿Qué voy a tributar?

Pues si mama. Para Hacienda es como si la hubieras vendido y habría que tributar por la diferencia entre su valor actual y el de adquisición. Es un lío el cálculo, pero por lo visto se puede ir hasta los 10.000€ solo en la renta, más los otros gastos que he dicho, más la plusvalía municipal. Aunque también me dijo algo de que la vivienda habitual no cuenta.

Mientras que si la heredamos cuando fallezcas, si sigue la ley igual, nos evitamos ese gasto de la renta. Así que, económicamente, hoy por hoy no parece muy razonable hacer esto.

Lo que si me dicen es que debes hacer testamento. ¿Mamá tú has hecho testamento?

Si claro. Lo hice con tu padre. Hace muchos años. Hicimos testamento juntos. Todo lo mío para él y todo lo de él para mí. Y si faltaba alguno de nosotros, pues para vosotros.

Bueno, pues me dicen que si tienes una copia, que se la pases a Macu para que vea si está bien hecho o hay que modificarlo y no sé qué rollo de que hagas un poder. Pero que con tener testamento está listo el asunto.

Bueno, así que al final no puedo hacer lo que yo quiera con mis bienes. Pues todas mis amigas lo están haciendo. No sé yo si esa Macu se entera mucho.

Mamá, no te fíes mucho de lo que dice la gente. De todas formas, Macu me dijo que como ibas a decir eso, lo mejor es que vayas a verla un día y te lo explica todo. Que cada persona y cada situación es un mundo. Este es el mejor consejo para ti. Lo que hagan los demás puede ser bueno para ellos, pero no tiene porqué serlo para tu situación.

En resumen, que por lo me dices, no haga nada, y vaya a hablar con esa abogada. Al final siempre hay que ir a preguntar a alguien. Si lo sé no te encargo nada y lo hago yo directamente.

Efectivamente mama; siempre es mejor ir a consultar a un profesional.

Spin off 2: Una resaca y un reparto de herencia en vida2020-04-15T14:36:27+00:00